El líder organiza colectivos al que suministra conceptos y asigna tareas. El líder le da sentido al colectivo y le procura esperanzas, expectativas, ilusiones y metas. El líder entrega su cuerpo y alma a la causa que crea y promueve. Pero llegan los momentos de dificultad y el líder sabe que solo él puede tirar del grupo y volverlo a poner en el cauce del crecimiento. Los demás le expresan su agradecimiento y reconocimiento. Pero eso no llena. El líder en esos momentos de dificultad comprende que está solo y que siempre estará solo. Estará rodeados por sus seguidores y colaboradores, pero se sentirá solo. El líder se siente incomprendido y debe saber que siempre será así. Debe saber que entrega tanto, pone tanto, que termina vaciándose. El líder nunca está contento con los objetivos alcanzados, siempre quiere más y más. Así que siempre estará sometido al martirio de la ansiedad.