Translate

viernes, 23 de mayo de 2025

Sustantivo: atributos, adjetivos, predicados y accidentes

 

Todo sustantivo, sean personas o cosas, es el conjunto de los atributos, adjetivos, predicados y accidentes que le correspondan. Si al sustantivo le restamos sus atributos, adjetivos, predicados y accidentes, el sustantivo queda reducido a cero. El lenguaje es muy engañoso. En su empleo habitual hay exageración y engaños. El lenguaje nunca termina por atrapar a la realidad tal cual es: siempre se quedan cosas y aspectos fuera o se ponen cosas que no se dan. De dos personas, la señora X y la señora Z, podemos decir: son estresadas. Hemos metido en el mismo conjunto a la señora X y a la señora Z con la nota común “estresadas”. Pero cuando hacemos esto, dejamos fuera del conjunto “estresado” el 95 por ciento del sustantivo de la señora X y el 95 por ciento del sustantivo de la señora Z. Y a lo mejor resulta que las diferencias sustantivas entre la señora X y la señora Z son abismales. Desde que adjetivamos con fines identificativos a dos personas, y esto lo hacemos muy a menudo, llevamos a cabo un proceso de abstracción donde dejamos muchas, pero muchas cosas atrás. Somos más dados a las abstracciones de lo que pensamos. Pero estamos habituados a emplear el lenguaje de esa manera.  Así que en muchos casos el lenguaje es un engaño. Y los adjetivos son la herramienta fundamental de ese engaño. Deberíamos ser más prudentes en el uso del lenguaje.

sábado, 17 de mayo de 2025

Pensamiento: movimiento y desarrollo

 

La vida, por causa del trabajo, tanto el que realizamos fuera como en casa, transcurre inevitablemente en la rutina: la repetición una y otra vez de lo mismo. Igual sucede con los conceptos, los repetimos una y otra vez, sin que experimenten el más leve cambio, y así encarcelamos al espíritu. Tanto en la vida práctica como en la vida teórica nos acecha la rutina. La rutina puede ser tan poderosa que preferimos que el mundo, sobre todo aquel que transcurre en la vida inmediata, no experimente modificación alguna. Vivimos más tranquilo si el mundo inmediato no cambia. Anhelamos paz y sosiego. Y así, inmersos en la rutina, dejamos de pensar, si por pensar entendemos lo que entendía Hegel, y que aclararé a continuación. La rutina mata al espíritu.

viernes, 16 de mayo de 2025

Percepción: impresión sensible y concepto

 

El señor X me dijo: Si yo hubiera dispuesto en su momento de conceptos arquitectónicos sobre las catedrales, como transepto, presbiterio, nave central y otros, mi percepción de la catedral de Lisboa hubiera sido más rica. De modo general podemos decir que la presencia de conceptos hace más inteligible la percepción. Pero yo creo que la cuestión debe plantearse en principio en los siguientes términos: ¿Cuál es tu mayor deficiencia en tu actividad consciente? A mi juicio la mayor deficiencia de la actividad consciente del señor X se encuentra en el ámbito de la sensibilidad y no en el ámbito de los conceptos. Si careces de las percepciones en las cantidades y calidades necesarias, los conceptos no pueden cumplir con su función de mediadores para volver más inteligible el mundo.

lunes, 12 de mayo de 2025

Mundo interior y mundo exterior

 

Hay frases tópicas que son falsas o tienen bastantes grados de falsedad. Cuando de las frases tópicas afirmé que eran falsas, dicha afirmación tiende a ser absoluta; mientras que cuando afirmé que tenían bastantes grados de falsedad, dicha afirmación se volvió relativista. Los principios regulan nuestra conducta intelectual en todos los planos de la vida, pero en ocasiones muchas personas carecen de principios; y si los tienen, no actúan como mecanismos reguladores de su actividad consciente. Yo aconsejo disponer de una actividad consciente relativista. Y relativista significa fundamentalmente dos cosas: una, poner cualquier cosa de la que estemos hablando en relación con otras cosas, y dos, captar las cosas teniendo en cuenta su determinación histórica. Y la determinación histórica de una cosa solo nos indica que dicha cosa cambia, y en todos los sentidos. Hay que evitar siempre el pensamiento absoluto. Nada permanece igual, ni el mundo que nos rodea ni nosotros mismos.

sábado, 3 de mayo de 2025

Los proverbios o cómo difuminar lo particular en lo general

 

Como al decir de Aristóteles todos los hechos se dan en lo particular, las dificultades para el pensamiento se encuentran en lo particular y lo que podemos cambiar se encuentra en lo particular. Una mujer, después de comunicarse conmigo ayudada de dos proverbios, me dijo: yo como buena pueblera hago uso de los proverbios. Recuerdo lo que decía Marx de Feuerbach: al apartarse de las grandes urbes y refugiarse en un pequeño pueblo, vivió al margen de los grandes cambios de la época y su pensamiento se desnutrió y debilitó. (Marx no empleó exactamente estas palabras. Yo las he modificado de acuerdo con mis propios propósitos teóricos. Pero en su origen la idea es de Marx. Lo hago por rigor y por honestidad intelectual).

viernes, 2 de mayo de 2025

Emociones: contenido y expresión

 

Una mujer entra en la catedral de Estrasburgo y su interior le causa tal impacto estético que tiembla, aprieta con fuerza la mano de su pareja, y llora de forma contenida. Aquí podemos distinguir con claridad el contenido de la emoción y la expresión de la emoción. Les transcribo unas palabras que describen el interior de la catedral y que tomé de internet: “En el interior, la alta y esbelta nave invita al recogimiento. Las vidrieras del siglo XII al siglo XIV y el rosetón son una maravilla. El órgano monumental posee una destacable caja adornada con autómatas. El reloj astronómico de época renacentista y cuyo mecanismo data de 1842 es una obra maestra en sí”. También leí en internet que la catedral de Estrasburgo se considera una obra maestra absoluta del gótico. Yo soy un amante de la arquitectura y en especial de las catedrales. Me sobrecoge sus dimensiones y sus múltiples detalles. Siempre me desplazo al centro del transepto desde donde quiero obtener una visión de conjunto. Me decepciona no disponer de más conceptos arquitectónicos que me permitan captar la belleza de la catedral con más riqueza. Así y todo, la visita a la catedral me encanta, me alegra, me hace tener una maravillosa experiencia estética. Y reconozco que no me puedo llevar toda la riqueza que me ofrece la catedral, solo me llevo unas leves impresiones mejoradas con algunos conceptos arquitectónicos que poseo. Yo también vivo una experiencia emocional, pero no de la del género de la mujer que tiembla. Hay otros visitantes de la catedral que la recorren con celeridad y solo saben decir: ¡qué bonito! Así que tenemos el contenido de la emoción, el interior de la catedral, y tres distintas formas de expresión de la emoción estética de la experiencia de ver la catedral. En este caso el contenido de la emoción representa mucho más por su riqueza de detalles y grandiosidad que la expresión de la misma: la de la mujer que tiembla, la mía propia, y la de la persona que se limita a decir “qué bonito”. Hay que tener en cuenta que la emoción que viven los tres sujetos mencionados está vinculada a otras fuerzas de la subjetividad: la percepción, la sensibilidad estética, la memoria, los conceptos arquitectónicos sobre el gótico que se posean, los intereses y con muchas otras fuerzas y potencias de la subjetividad. Ninguna fuerza de la subjetividad se da aislada, siempre se da interrelacionada con otras fuerzas; y en cada persona, el desarrollo de cada una de estas fuerzas es distinta.