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martes, 31 de julio de 2012

Unas palabras sobre Martín Lutero

Me he acercado a los textos de Martín Lutero de la mano de Marx. Cuando he leído las citas de Lutero en los textos de Marx me han impresionado. En el mundo no sólo existen los marxistas y el pensamiento de los marxistas. Es más: el pensamiento marxista no es posible sin la participación de muchos otros pensadores que le han precedido y le han sucedido. Me hice hace algunos años con dos textos de Lutero: Escritos políticos y Sobre el comercio y la usura. Si pudiera, me haría con todos los libros de Lutero. Ojalá algunas editoriales publicaran toda su producción teórica. Es un pensador profundo y radical. Su calidad literaria es de alto nivel. Nunca leo a los demás pensadores con los anteojos prejuiciosos del marxista puro. Nada de eso. Todo lo contrario. Me desprendo de todos los ropajes ideológicos antes de sumergirme de lleno en el pensamiento del autor que estudio. Trato de vivir su espíritu y aprender de su saber y de su sentir. Lutero no es cualquier pensador y debe uno leerlo previamente antes de hacer juicios apresurados y espontáneos. No cuestiono que pueda ser criticado; pero si no se le conoce, hay que medir mucho lo que se dice.

jueves, 26 de julio de 2012

Palabras de Lutero contra la usura

“Hay que saber que en nuestra época (de la que el apóstol san Pablo predijo que sería peligrosa) no sólo la avaricia y la usura se extienden con fuerza por el mundo entero, sino que, además, estos defectos se atreven a encontrar toda clase de pretextos para dar rienda suelta a su maldad, so capa de legitimidad”. Sobre el comercio y la usura. Del Doctor Martín Lutero, agustino en Wittenberg.

viernes, 20 de julio de 2012

Dinero e influencia

Escuchemos a Paul Krugman en la página 97 de su libro “¡Acabad ya con esta crisis!”: “El dinero compra influencia; mucho dinero compra mucha influencia; y las políticas que nos han llevado hasta donde estamos, aunque nunca han hecho demasiado por la mayoría de la gente, al menos sí han funcionado muy bien (al menos durante un tiempo) para unas pocas personas situadas en lo más alto”.

domingo, 15 de julio de 2012

Ya que hablamos de crisis financiera, hablemos del dinero

Ya he terminado de leer el libro de Paul Krugman titulado “¡Acabad  ya con esta crisis!”.  Esperaba más de este texto. Tenía la esperanza de encontrar algo novedosamente radical. Esta crisis ha traído muchas desgracias a la humanidad. Es una crisis profunda. Luego uno espera pensamientos profundos. Pero en todo el libro Krugman no elabora pensamiento profundo alguno, se queda muy por debajo de las exigencias de la realidad. Por ejemplo, en la página 95 Krugman se expresa en los siguientes términos: “Pero ¿existe una flecha de causalidad tal que una directamente la desigualdad de ingresos con la crisis financiera? Quizá, pero es más difícil de demostrar”.  Me enfada esta forma de pensar. Krugman es incapaz de pensar fuera de los cánones capitalistas, por eso resulta tan débil su pensamiento. Además respecto de los trabajadores sólo se plantea si tienen empleo o no lo tienen, y no cuanto ganan en proporción a lo que ganan los capitalistas.  Otro aspecto más: A la hora de hablar de la desigualdad en la distribución de la riqueza Krugman sólo se fija en el 1  de la población de EEUU, que posee el 34,6 % de la riqueza, pero no en el 19 % de la población, que posee el 50,5 % de la riqueza. Analiza la desigualdad, pero con muy poca profundidad y sin vincularlo estrechamente con las relaciones de producción capitalistas. No ve clases sociales sino individuos. Pero bueno, ya me ocuparé de este tema más detalladamente en otro trabajo.

miércoles, 11 de julio de 2012

Los papeles real e ideal de la persona

Yolanda, una de las lectoras de este blog, me hace llegar las siguientes palabras de Goethe, tomadas de su autobiografía: “Todas las personas de buena voluntad, a medida que aumenta su formación cultural, sienten que tienen un doble papel que desempeñar en el mundo, un papel real y un papel ideal, y en este sentimiento hay que buscar el fundamento de toda nobleza. El papel real que nos toca desempeñar pronto lo conocemos con claridad más que suficiente. Respecto al segundo, raramente llegamos a conocerlo bien. El hombre puede buscar su destino más elevado en la tierra o en el cielo, en el presente o en el futuro, pero precisamente por eso se verá interiormente sometido a una eterna vacilación y exteriormente a una influencia perturbadora, hasta que de una vez por todas tome la decisión de declarar que lo justo y lo correcto es lo que sea conforme a su naturaleza”. Después Yolanda añade estas palabras: “Esto es un pensamiento abstracto para mí. El papel real y el ideal, lo que es conforme a la naturaleza del hombre. Lo leo y lo releo intentando concretar pero no avanzo”.

domingo, 8 de julio de 2012

El hombre es el sueño de una sombra

Valelele, una de las seguidoras de mi blog, estudiante de Pedagogía de Artes Plásticas, dice en su presentación que le gusta buscar la esencia de todo. Me hizo pensar. ¿Qué es o en qué consiste buscar la esencia de todo? En buscar lo que hay de más perenne en las cosas, lo menos accidental, lo menos aparente. También podríamos entenderlo en el sentido de buscar lo más definitorio de las cosas. Se trata en todo caso de no quedarse con las apariencias y las primeras impresiones, sino en ir más allá, hacia las profundidades. Pero no siempre se puede. Hay veces que las fuerzas de las apariencias son tan poderosas que no podemos ir más allá. Y hay causas objetivas y subjetivas que lo explican. Pero ahora no es el momento de resolver este problema teórico. Ya llegará su momento.

jueves, 5 de julio de 2012

Semiosis delimitada

Yo podría decir: pensemos en un vaso. Pero así me estaría expresando de forma general e invitaría al lector a pensar de un modo general. Esta forma de proceder no sólo tiene el inconveniente de que nos abstraemos de cómo son las cosas en la práctica, sino además de aislar el objeto de las situaciones concretas a las que pertenece. El mismo error de procedimiento se produce cuando decimos hablemos de la palabra “mesa”, de una huella o de un gesto de enfado: naufragaremos en el ancho mar de lo general.  Así que cambiemos el modo de proceder. Y diré: piense usted, amable lector, en un vaso concreto. Vaya usted a la cocina y tome entre sus manos un vaso. Parece que ya no es sólo un asunto de la cabeza y de la libre imaginación y suposición, sino un asunto más práctico, han intervenido las manos y está usted en su casa.