Antes que nada agradezco a Yolanda su participación. Me permite esclarecer algunos errores habituales en la reflexión político-ideológica. Estas son las palabras de Yolanda: “Creo que los esclavos también eran conscientes de ser mayoría sin tener que llevar un mismo traje, y no se rebelaron en esta época. No hay más que ver las colas que hay en las oficinas de empleo de la gente que está sin empleo, y de la gente que tiene trabajo y está explotada; todos forman parte de la mayoría y no se ve la rebelión por ninguna parte”.
Primera cuestión. Yolanda traslada su pensamiento de la época esclavista a la época capitalista sin tener en cuenta las diferencias esenciales: Los trabajadores de aquel entonces eran esclavos, los de hoy día son hombres libres. Los trabajadores de aquel entonces eran mercancías, los de hoy día son dueños de su fuerza de trabajo. Las condiciones económico-sociales de los esclavos son muy diferentes de las condiciones económico-sociales de los trabajadores de la época capitalista. En aquel entonces las diferencias económicas tenían su reflejo en el Estado: los esclavos carecían de derechos políticos. En la actualidad el Estado hace abstracción de las diferencias de clases entre los ciudadanos y todos los hombres son iguales ante la ley. Y si son diferentes las condiciones económico-sociales de existencia de los esclavos respecto de los trabajadores de la época capitalista, del mismo modo son también muy diferentes las condiciones de la emancipación política y de la emancipación humana. Así que es un error hablar de dos épocas históricas tan diferentes como si fueran la misma.
Segunda cuestión. La conciencia de ser mayoría no es causa de rebelión. Tampoco es causa de rebelión llevar un mismo traje. No debe confundirse la función semiótica que cumpliría un traje que fuera idéntico para todos los esclavos, función de identidad, con la función política de ser causa de rebelión. Las causas de la rebelión serían en lo fundamental de naturaleza económica, extrema pobreza, y de naturaleza política, extrema crueldad, pero nunca de naturaleza semiótica. Estamos hablando en el marco histórico donde se sitúan las reflexiones de Séneca, quien exhortaba a Nerón a ser clemente, a ser moderadamente compasivo en la aplicación de las leyes. Séneca promovía la amortiguación de la lucha de clases entre los propios nobles, entre los pueblos rivales, y entre los esclavistas y los esclavos.
Tercera cuestión. Yolanda argumenta que habiendo tantas colas de trabajadores en las oficinas del paro y habiendo tanta explotación, y formando parte de las mayorías, no se ve rebelión por ninguna parte. El punto de partida en los análisis debe ser siempre lo existente. En España se han celebrado recientemente elecciones generales. El PP, partido de la derecha burguesa, ha conquistado la mayoría absoluta; y el PSOE, partido de la izquierda burguesa, ha sido el segundo partido más votado. Los partidos capitalistas suman el 93 % de los escaños, mientras que los partidos de la izquierda radical suman el 5 % de los escaños. Está clara la lectura: la mayoría de los trabajadores votaron a los partidos de la burguesía. Luego los trabajadores no sólo no sienten la necesidad de rebelarse contra el orden existente, sino que encima votan a los partidos que conservan el orden existente. Así que el error de Yolanda ha consistido en presuponer o esperar cosas de la situación objetiva que no se encuentran en dicha situación objetiva.
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