“Por valor de uso debe entenderse una cosa que por sus propiedades satisface necesidades humanas o una cosa que por sus propiedades puede ser útil en diversos aspectos”
Según Marx el contenido material de la riqueza está constituido por los valores de uso. Y la índole general de los valores de uso no sufre modificación alguna por la forma económica social en que se produce.
Incluso la forma mercantil de la riqueza debe distinguirse de su forma de capital. Cuando Marx habla del trabajo representado en las mercancías, nos dice que en el valor de uso está representado el trabajo útil y que en el valor está representado el trabajo abstracto. Y eso es lo que debe ver un marxista en una mercancía: trabajo. Y lo mismo debemos ver en el dinero: trabajo.
Pensemos en la Coca Cola. Gian Matteo observa críticamente este producto porque se lo representa como un producto capitalista, como un signo capitalista, en especial, como un signo del imperialismo estadounidense. Y esto es cierto si atendemos a su forma de capital, si atendemos a la forma económico-social en que se produce la Coca Cola.
Pero además de observarse bajo su forma de capital, puede observarse bajo su forma de mercancía. Y al hacerlo así, lo que vemos en Coca Cola es un signo del trabajo, ya la consideremos bajo el punto de vista del valor de uso o bajo el punto de vista del valor. Y cuando nos estemos tomando una Coca Cola –yo no consumo Coca Cola-, estamos consumiendo un producto del trabajo. Y como los trabajadores son los creadores de la riqueza, tienen todo el derecho y la legitimidad del mundo para consumirla, sea una Coca Cola o un coche deportivo.
Forma mercantil y forma de capital de la riqueza (2)
Tomo como punto de partida la cita facilitada por Sebastián:
“El valor de uso, en esta indiferencia para con la determinación económica formal --es decir, el valor de uso en cuanto tal-- se encuentra más allá del ámbito de consideración de la economía política. Sólo cae dentro él cuando él mismo es determinación formal”. De ahí concluye Sebastián que cuando se consume Coca Cola hay algo más que una simple satisfacción de la sed. Y alude después a Galbraith y a sus reflexiones sobre la publicidad y la manipulación del consumidor.
La primera pregunta que nos debemos formular es la siguiente: ¿Cuándo el valor de uso se presenta bajo la determinación económica formal? Marx lo responde en la sección de “El Capital” dedicada al análisis de la forma equivalente del valor: “La primera particularidad de la forma de equivalente es ésta: el valor de uso se convierte en forma fenoménica de su opuesto, del valor”. El valor de uso desempeña dos papeles, en su condición de ser sí, en cuanto cosa que por sus propiedades satisface necesidades humanos, y en su condición de ser para otro, en tanto forma de existencia del valor. Analógicamente se plantea el mismo problema en la representación religiosa cristiana: una cosa es Jesucristo en tanto en sí, en tanto hombre particular, y otra muy distinta es Jesucristo en tanto forma de existencia de Dios.
La segunda cuestión se refiere a si hay algo más allá del valor de uso en el consumo, por ejemplo, de una Coca Cola o de unas zapatillas deportivas Adidas. Hay una tendencia muy pronunciada en ciertos teóricos de la izquierda, tanto en el ámbito de la economía como en el ámbito de la semiótica, que considera que los consumidores, y en especial los jóvenes, son totalmente manipulables; y cuando eligen un producto no lo hacen atendiendo a la calidad, sino a la marca. De hecho hay una tendencia marcadamente idealista en el seno de la semiótica, que tiene su cuna en Francia, que afirma que en economía ha dejado de ser importante el valor de uso y el valor, que ahora lo importante y decisivo es la marca. Y llega al extremo de afirmar que la teoría del valor de Marx ha perdido, por dicha razón, vigencia.
Debemos partir de la base de que la gente no es tonta. Hace poco tuve que comprarme una zapatilla deportiva. Debo caminar todos los días una hora. Y me dieron a probar diversas marcas. ¿Saben cuál fue la que más me convenció? La marca Adidas. ¿Y por qué? Porque su amortiguación era la mejor. También puede la gente joven, además de por la calidad, elegir la zapatilla por su estética. Pero no se debe ver nada malo en ello y menos un signo de ignorancia y de manipulación.
Recuerdo siempre lo que decía Mao Zedong en muchos de sus escritos: hay que confiar en las masas. ¿Qué se debe producir en la sociedad socialista? Lo que las masas quieran.
Las masas cada vez tendrán mayor información y conocimiento y elegirán con mayores razones y argumentos. Y si se equivocan, que se equivoquen. Lo que no se debe pensar es que debe haber una vanguardia luminosa que determine qué debe producirse y qué no debe producirse. Eso sería caer en el blanquismo.
También debemos pensar en el modelo soviético de socialismo. Faltaba absolutamente el color en el consumo. La imagen que daban los ciudadanos soviéticos era gris y triste. La industria ligera estaba subdesarrollada. Por eso remarco que los creadores de la riqueza son los trabajadores y son ellos quienes deben disfrutarla; y no como hasta ahora, que son los no trabajadores los que más la disfrutan.
Decía Marx que uno de los grandes errores de la economía política clásica consistía en no distinguir con claridad la naturaleza doble del trabajo contenido en la mercancía, o lo que es lo mismo, no distinguía con claridad el valor de uso del valor. De hecho la economía convencional presenta la economía capitalista como una economía dedicada a la producción de valores de uso. Luego distinguir el valor de uso del valor, así como el trabajo concreto del trabajo abstracto, es fundamental.
Dices que el automóvil es fruto del trabajo asalariado y, por tanto, del capital. Y lo dices porque yo te planteaba que el automóvil es fruto del trabajo. Vamos a suponer que mañana mismo la empresa productora de automóviles Toyota se transforma en una empresa pública porque Japón se ha transformado en una sociedad socialista. La pregunta sería la siguiente: ¿la índole general de la producción de los automóviles Toyota en tanto valores de uso cambia porque la empresa es ahora una empresa socialista? Respondo con un rotundo no. Lo que ha cambiado es la forma económica social de producirla.
Dices que estás en contra de las armas y de los instrumentos de tortura. Pero esos elementos no llevan la huella del capitalismo, llevan la huella de todos los regímenes de producción existentes hasta ahora. Igual que la muerte de ballenas. Una sociedad socialista puede incurrir en el mismo error. Para ti el capitalismo es una sustancia que deja una huella en todo. Y no es así: el capitalismo es una forma económica social de producir la riqueza. Y el capital es trabajo acumulado y es una relación social: capitalistas y trabajadores. No concibo el capitalismo como una sustancia absoluta que lo marca todo con su color. Si fuera así, sería imposible superar este modo de producción.
La lucha de clase ni me gusta ni me deja de gustar. La lucha de clases es una realidad. Lo que me opongo es a que la lucha de clases se extienda a todas las esferas de la vida social. Era propio del socialismo soviético y chino poner un cuadro rojo en todas las empresas e instituciones culturales. Y era propio de esos regímenes poner las etiquetas de contrarrevolucionario a quien no estuviera de acuerdo con el poder existente. No en vano en tiempos de la revolución cultural proletaria se asesinaron en China a más de 80.000 personas que fueron etiquetadas de contrarrevolucionarias.
No creo que sea acertado decir que los valores de uso son portadores de relaciones sociales. Habría que distinguir entre una maquina de empaquetar y el capital constante. Una máquina de empaquetar no tiene necesariamente que ser capital, pero el capital constante sí tiene que ser necesariamente una máquina de empaquetar o cualquier otro medio de producción. La máquina de empaquetar en tanto valor de uso no expresa ninguna relación social ni es depositaria de ninguna relación social, pero en cuanto capital constante si expresa una relación social. Así que vuelvo y repito: es fundamental la distinción entre una cosa en tanto valor de uso y esa misma cosa en cuanto forma económica social.
Y en relación a la idea de que “la índole general del valor de uso….” es de Marx, no mía. Y en cuanto a Baudrillard, a los demás no los conozco, lo tengo catalogado como un pensador altamente especulativo. ¿Y qué es un especulador? Un pensador que no domina los conceptos que emplea.
21 de marzo de 2009.
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