Translate

viernes, 4 de noviembre de 2011

La lucha entre los signos y los objetos (2)

Primera cuestión que quiero solventar. Afirma Antonio Cario que comprende el enfado de Claudio Guerri causado por mis afirmaciones.  Comprenderás, estimado Antonio Caro, que esta postura tuya no la pueda aceptar. Nadie debe tener razón al enfado por causa de una afirmación semiótica o por una defensa de una determinada teoría semiótica ajenas. Así que en términos éticos me resulta inaceptable tu afirmación. Aquí hay que ser prudentes y respetuosos. Ir más allá de lo debido, admitir como legítimas reacciones emocionales ante las diferencias de ideas, pone en peligro nuestra convivencia y el desarrollo normal de las actividades de este foro.



Segunda cuestión. Afirma Antonio Caro que “un automóvil –tal y como se construye y concibe hoy –no es sólo el resultado de un proceso de trabajo industrial, sino que ese trabajo está necesariamente mediado por una producción semiótica –de la cual los principales ingredientes son el marketing y la publicidad –que es de la que proviene su verdadero valor”. Creo que hay aquí un manifiesto error: una cosa es la producción del automóvil  y otra su venta. Que el marketing y la publicidad “mediatice” la venta del automóvil  es algo que puedo compartir, pero que mediatice la producción no es cierto.



Tercera cuestión. Afirma Antonio Caro que es del marketing y de la publicidad de donde proviene el verdadero valor del automóvil; y que si yo no acepto esta afirmación será porque estoy anclado en un marxismo nostálgico. De momento no tengo edad para sentir nostalgias. Por otra parte, el estudio y el debate sobre la naturaleza del valor es un asunto que pertenece a la esfera de la economía y no de la semiótica. Por eso, creo prudente no responder a esta cuestión.



Cuarta cuestión. Concluye Antonio Caro en base a sus argumentes que hoy día el automóvil es más un objeto semiótico que un objeto material. Este planteamiento no lo comparto no porque sea marxista sino sencillamente porque soy materialista. Y el materialista entre otras cosas considera que la práctica es el principal criterio de verdad. Nadie compra un automóvil por sus propiedades sígnicas sino porque satisface sus necesidades de transporte.  Y nadie usa un automóvil para significar sino para trasladarse de un lugar a otro.



Y quinta cuestión. Si me envías el trabajo de Raúl Rodríguez lo leeré encantado.















No hay comentarios:

Publicar un comentario