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jueves, 17 de junio de 2010

Dos apuntes de teoría y práctica a cargo de Hegel

Hegel me fascina. Me gustan todos sus textos.
Cuando leí su “Filosofía del derecho”  pude apreciar cuánto de Hegel había en Marx. Le saqué mucho provecho filosófico y antropológico a ese libro. Pero si hay una obra que se apoderó de mí de forma sublime es “Lecciones sobre la Estética”. Les voy a transcribir una cita extraída del apartado de “Representaciones usuales del arte” de la Introducción de la mencionada obra. Apreciarán la huella de Hegel en el pensamiento de Marx. Es una cita, a mi juicio, muy rica en determinaciones, muy lejos de las superficialidades propias del pensamiento capitalista actual, especialmente del pensamiento de los economistas convencionales, incluido el ínclito Joseph Stiglitz, al que algunos quieren presentar como mi líder. Escuchemos entonces al genial Hegel:

(No se desesperen por las abstracciones y terminen de leer la cita. Saldrán gratificados)

“La necesidad universal y absoluta de la que mana el arte encuentra su origen en el hecho de que el hombre es conciencia pensante, es decir, en el hecho de que de sí mismo hace para sí éste aquello que él es y lo que en general es. Las cosas naturales son sólo inmediatas y de una vez, pero el hombre, en cuanto espíritu, se duplica, pues, en primer lugar, es como las cosas naturales, pero, además e igualmente, es para sí, se intuye, se representa, piensa, y sólo por este activo ser para sí es espíritu. Esta conciencia de sí el hombre la alcanza de dos modos: en primer lugar, teóricamente, en la medida en que en lo interno debe hacerse conciente de sí mismo, de lo que en el pecho del hombre se agita, de lo que en él incita e impulsa, tiene que intuirse,  representarse lo que el pensamiento encuentra como la esencia, fijarse y sólo reconocerse a sí mismo tanto en lo suscitado por sí mismo como en lo recibido del exterior. En segundo lugar, el hombre deviene para sí mediante actividad práctica, pues tiene el impulso a producirse a sí mismo en aquello que le es dado inmediatamente, que se da para él exteriormente, y a reconocerse igualmente  a sí mismo en ello. Este fin lo cumple mediante la modificación de las cosas externas, a las que imprime el sello de interior y en las que ahora reencuentra sus propias determinaciones”.

Espero que hayan disfrutado. Son textos que hay que estudiar muy detenidamente y muy al detalle.

10 de junio de 2010.


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