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viernes, 18 de junio de 2010

La infinita importancia de lo particular y el peso de lo accidental

“Ahora bien, todos los actos, todos los hechos se dan en lo particular. Porque no es al hombre la que cura el médico, sino accidentalmente, y sí a Calias o Sócrates o a cualquier otro individuo que resulte pertenecer al género humano”. Metafísica. Aristóteles.


Está claro: el médico no puede curar al hombre, pues el hombre en general no existe, sólo existe en lo particular. Así que el médico sólo puede curar a Diego Guerrero, a Cesar Sánchez, a Rolando Astarita,... Del mismo modo no existe la sociedad capitalista en general, no existe el sistema capitalista en general, sólo existe la sociedad capitalista en particular: la sociedad capitalista española, la sociedad capitalista francesa, etcétera. Pero hay más en la determinación de la particularidad: siempre habrá que hablar de la sociedad capitalista española en una época histórica determinada. Igual ocurre con el socialismo: está determinado histórica y nacionalmente.

Todos conocemos muchos casos particulares de pelotazos inmobiliarios. Hay muchas familias, muchos propietarios de solares, que han presionado a los ayuntamientos para que declaren zona urbanizable la zona donde ellos tienen sus solares. Y una vez que los ayuntamientos declaran como urbanizables esas determinadas zonas, los solares que pertenecen a esas zonas sufren una subida de precios espectacular. Y muchísima gente se ha enriquecido de forma descomunal por ese procedimiento.

Después se venden esos solares a los constructores y las viviendas construidas se vendan a trabajadores y a miembros de clases medias. ¿De dónde proviene la renta del suelo que se embolsa el propietario del suelo? Del salario de los compradores. ¿De dónde proviene el interés pagado a los bancos del crédito hipotecario solicitado por los compradores de las viviendas? Igualmente del salario. Si sólo nos atuviéramos a lo sustancial, el interés y la renta del suelo son  partes de la plusvalía, no habría manera de encajar estos hechos en nuestro pensamiento. Y la pregunta más clave: ¿deberíamos luchar contra todas esas personas, propietarios, por haberse enriquecido mediante una actividad especulativa o deberíamos dejarlos quietos diciendo que el culpable es el sistema? Yo creo que hay que luchar y con mucha fuerza y convicción contra todas esas personas que se han enriquecido de forma especulativa. Y la lucha sólo es posible, sólo es real, en el terreno de lo particular. Luchar contra el sistema capitalista en general es luchar contra la nada.

11 de marzo de 2010.


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