La importancia de los matices y de los detalles

Hay personas, los dogmáticos entre ellos, que hablan como si en el mundo hubiera sólo dos colores: el blanco y el negro. Y suelen afirmar o es blanco o es negro. Parecen ignorar que entre el blanco y el negro hay siete colores y en cada color un sinfín de matices.  No sólo pecan de absolutistas, sino que no quieren ver el mundo en toda su profunda complejidad.

En el “Manifiesto del Partido Comunista” de Marx y Engels, bajo el epígrafe “El socialismo conservador o burgués”, puede leerse lo siguiente:

“Una parte de la burguesía desea remediar los males sociales con el fin de consolidar la sociedad burguesa. (Joseph Stiglitz entre ellos).

A esta categoría pertenecen los economistas, los filántropos, los humanitarios, los que pretenden mejorar la suerte de las clases trabajadoras, los organizadores de la beneficencia, los protectores de animales,…”.

Sólo se trata de ver que el socialismo no es uno y puro, sino que los hay de muchas clases. También habla Marx en el “Manifiesto Comunista” del socialismo reaccionario y de entre ellos especialmente del socialismo feudal. Tal vez el socialismo que terminó implantándose en la URSS fue el socialismo feudal o con grandes dosis de feudalismo. Sólo se trata de ver que entre los burgueses también hay socialistas, con todas las limitaciones que queramos ponerles. Pero es que los socialistas radicales también tenemos muchas limitaciones.

Sólo se trata de saber apreciar la importancia de los matices y de los detalles. De manera que aquellos que afirman que el PSOE y el PP son lo mismo, que la propiedad pública capitalista y la propiedad privada son lo  mismo, que la burguesía de izquierda es lo mismo que la burguesía de derecha, no saben apreciar los matices y no saben de su importancia para la táctica de una fuerza de izquierda radical que pretenda dos cosas fundamentales: convertirse en un partido de masas y conquistar la hegemonía en un frente amplio de clases.

20 de mayo de 2010.